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3 de junio de 2013

La vida es un toro.

La vida no es una mierda, es un toro al que hay que agarrar por los cuernos para ir sobreviviendo. Si no lo haces, quizá sobrevivas a algunos intentos esquivándola y recortándola a base de veloces golpes de cadera.

Puede que prefieras huir de ella, corriendo poseído, porque te compraste unas zapatillas nuevas y con ésas eres más rápido. Pero al final es mentira, una ilusión, y la vida siempre te acaba embistiendo sin piedad, sin un atisbo de duda.

Con suerte pasará con sus seiscientos kilos por encima de ti, pisoteándote y elevando polvo. Pero lo más normal sería que una vez que estás en el aire tras la primera embestida, ella quiera rematarte y te cornee repetidamente hacia arriba obligándote a dar vueltas como si fueras un muñeco de trapo sobre sus pitones mientras el público exclama emocionado y unos pocos intentan salvarte y te llaman héroe mientras te mueres desangrado.

Hay quien recién salido del hospital vuelve a enfrentarse al toro. Parece que disfrutan con el olor del ruedo, la sangre brotando, la adrenalina, el vulgo coreando la postrera muerte sin saber muy bien de quién. La masa que una vez acabado el circo regresará a su casa para seguir con su monótona vida. Pase lo que pase.

A veces a mí me gustaría dejarme atropellar, inmóvil, por esa mole negra e insensible con tal de ahorrarme algunos años hacia ese destino inevitable. Que me hundiera con sus cuernos en la barrera. Escupir sangre por la boca, tocar su cabeza incrustada en mi pecho, unas últimas palabras que a nadie le importan. Pero ni siquiera tengo valor para eso.

Es de noche, hace frío en primavera, soy ligero, una brisa que rasca la piel me desplaza sobre la arena en la dirección que marca cada cornada. Duele, pero no termina de matar y lo que no me mata es la inercia, llevándome de aquí a allá, a la deriva, acunándome en un vaivén de frustraciones que alimento cada noche de domingo con este plato de cobardía incurable que infecta cada parte de mi ser.

5 de agosto de 2012

Érase un domingo.

Los domingos son los días oficiales para echar de menos. Y así a lo largo de toda tu larga y rebosante de recuerdos vida. Eso es así. Los domingos son un sinsentido. Los domingos son para masoquistas. Se alimentan de la nostalgia, de los recuerdos, de los románticos, y no dan ardores, dan melancoligitis aguda.

A mí, como miembro de Melancólicos Anónimos, como campeón del mundo en lo que a echar de menos se refiere y como poseedor de dicho récord mundial, que lo bato día sí día también, los domingos me provocan alergia. Mucha. Los domingodio.

Hoy en día no me hace falta mirar un calendario ni pensar en ello para saber que estoy viviendo las 24, que parecen 48, horas de un asqueroso domingo. Mi cuerpo ya lo sabe, como diría el espiritualoide Paulo Coelho "todo mi organismo conspira para tocarme las narices los domingos". Mi biorritmo se pone de luto y ponte tú a estudiar o a vivir o a lo que sea que te apetezca y que hoy no vas a hacer porque no te sientes con ganas de nada. Estás eso, desganao'. Como mucho erosionas el techo de tu habitación con la mirada desde tu posición horizontal en la cama. Y da gracias, a veces sólo duermes y duermes, que al final te sale el domingo por la culata y te sienta ídem porque te tiras hasta las tantas de la madrugada domingueando, dícese de realizar todas las acciones típicas de domingo tales como picar entre horas por puro aburrimiento, escuchar música deprimente, leer mensajes antiguos, fotos antiguas, etc., etcétera, etc.

En definitiva, que me cago en los mierdomingos, como ellos en mí. 52 veces al año, unas 4160 hasta que muera o me mate un puto séptimo día.

Dios, descansó el séptimo día de la semana después de crear el mundo, así que tal vez la culpa, para variar, sea suya, que se tumbó en su trono hecho de nube, se puso a tocárselos a dos manos y ahora estamos pagando toda la humanidad a lo largo de generaciones y generaciones su pereza. Y encima los hay que van a misa para agradecérselo. Dios es el primer vago del universo, si es que, efectivamente, existe.

Escribo hoy esto porque el vigésimo octavo domingo del año 2012 me ha hecho enfadar. He escrito mucho sobre este odiado día y estoy intentando reunir todas las sensaciones aquí, en plan ‘Carta a los domingos’, y también he descubierto que no soy el único que exterminaría a todos los domingos del planeta, pero claro, si lo hiciéramos, los sábados serían los nuevos domingos y eso sí que no.

Así que sólo me queda esperar a que alguien me salve, a que alguien me rescate. Me ha secuestrado un domingo y quizá la única recompensa sea un buen café y una conversación interesante que me haga sentirme lunes renovado. De lo que estoy seguro es de que, para que alguien me salve de un domingo, tiene que ser alguien muy especial, no vale cualquiera.

Y no hay buenos domingos, hay buenas personas que hacen domingos agradables. Ésos son los domingos de manta y peli con la novia y aún de resaca o los domingos de charlas semifilosóficas, o no tan semis, sobre las cosas cotidianas de la vida o las surrealistas o las de sentirse identificado o las de dejarse de sentir raro porque alguien tiene el valor para contarlas. Con café y buena música. O con una Heineken. Lo que sea, lo que te guste, lo que te apetezca y te haga sentirte bien. Ésos son los buenos domingos, ésas son las buenas personas con las que compartir domingos, lunes, martes, miércoles y todos los días de tu vida. El resto de domingos, Prozac o tiro entre ceja y ceja.

Personalmente, me gustaría que alguien viniera y me matara el domingo. Me alegraría que alguien me follara un domingo. Me llenaría por dentro decirle a alguien "ven y sálvame el domingo" y que viniera y me lo salvara. Y a mí. Que alguien me dijera "quiero ser la que te salve el domingo". O ser yo el que te salve los domingos todos los días de tu vida o hasta que el próximo domingo nos separe.

atardecerlluvia

Domingo, 5 de agosto de 2012

8 de enero de 2011

Domingos.

Los mejores domingos de otoño-invierno amanecen a las 4 de la tarde. No se desayuna, se come directamente algo ligero. Uno se da una ducha para quitarse todos los restos de una noche de juerga y vuelves a nacer.

A continuación te vistes porque te espera tarde de peli, bajo una manta, aún con algo de resaca, calentito con tu chica, abrazados, alternando hermosos silencios con caricias y besos y pequeñas charlas. Haciendo el amor a la luz de alguna pequeña lámpara, sonriéndonos de adentro a afuera y viceversa.

Hora de despedirse, de cenar, de sentirse un poco mal por no haber estudiado hoy. Hora de ser feliz. Hora de dormir.

 

domingoss 

Ahora que no estamos, que no somos, odio mis domingos.

8 de enero de 2011

19 de agosto de 2010

Es curioso.

    Hay momentos en los que pondríamos la mano en el fuego por algo en lo que creemos; nos jugaríamos el cuello por aquello que queremos; dibujaríamos infinitos para dos porque solo existe este ahora; soñaríamos gratis porque no importa nada más hoy ni mañana ...
    Pero llega el día en que nos bajamos del séptimo cielo, nos echan un jarro de agua fría, nos sacuden las ilusiones y nos damos cuenta de que para dibujar los infinitos hay que cuidar los presentes y después de eso nada vuelve a ser como antes. A la certeza le sale un buen grano de inseguridad.

    Lo descubrí hace tiempo y ahora únicamente estoy seguro de una cosa:
a mí solo me queda matar más carteros mientras miro las fotos de aquel backstage (una vez más). Y así hasta el infinito ...

9 de agosto de 2010



16 de agosto de 2010

Life is ...

La entrada cien. Mucho tiempo sin hablar. Muchas cosas por contar. Demasiado oro para tanta pobreza.
¿Marcará esto el fin de un desenlace y el inicio de un comienzo?
*
Azúcar. Vainilla, coco, straciatella. Mirar a los ojos. Mirar al infinito. Una nota musical entrando en armonía con la vida. Los pelos de punta. Esa sonrisa que guiña unos ojos. Reír. Una opinión en contradicción. Evolucionar. El rasgado del grafito contra el papel. Letras, palabras, vida común en un libro. Sentirse identificado. La risa de un niño. Atardecer para dos. Un café, por favor. La química de la saliva. La física de los cuerpos en contacto. Matemáticas que fallan. Azar. Ilusiones. Mariposas. Giros de 180 grados. Verde esperanza. Rojo pasión. Hacer el pino. La gravedad. La distancia. Un reloj de bolsillo. El tiempo. Los espacios. Soledad. Una familia. Ver a unos hijos crecer. Creer en algo. Morir por ello. Vivir por amor. Romper prejuicios. Una canción. Despedirse. Hacerse mayor. Aprender cualquier cosa. Enseñársela a otros. Arena de playa en los pies. Las cosquillas. Soñar. Soñar despierto. Caminar despacio. Correr muy deprisa. Respirar flojito. Jadear de placer. A contracorriente. Encontrar el equilibrio de todas las cosas. Conocerse. Perderse en algún lugar del mundo. Perderse en uno mismo. Reencontrarse. Viajar al último rincón del planeta. Fugacidad. Intensidad. Eternidad. Hoy. Mañana. Ayer. Siempre. Nunca. Todo. Nada. Relatividad. Perspectivas. Razonar. Reflexionar. Justicia. Bondad. Música en los poros. Plural antes que singular. Amor propio. Un regalo. Chocolate. Fresas. Nata en los labios. Texturas. Olores. Sonidos. Una película en blanco y negro. Fotografías de toda una vida. La luna llena. Dedos entrelazados. La nostalgia. Echar de menos. Calor en invierno. Frío en verano. Un día de tormenta. Empaparse bajo la lluvia. Llorar. El viento en la cara. El murmullo de una muchedumbre. Intimidad para dos. Burbujas y pompas de jabón o de cualquier cosa que nos borre toda esta suciedad. Descubrir que aún queda mucho por vivir. Que nunca es tarde para lograr una hazaña. Impossible is nothing. C'est la vie. That's life. Octubre y noviembre. Cómo suena la lluvia al caer. Casualidades. ¿Destino? Lo desconocido. El infinito. Susurros al oído. Verte dormir. Decir la verdad. Ver gente e ignorar todo sobre sus vidas. Conocer a personas que nunca habrías creído que existían. Encontrar almas gemelas. No entender nada. Esforzarse en entender lo entendible. Los trabalenguas.
El sentido de la vida.
londonn

9 de septiembre de 2009

El paso intermedio entre la ilusión y la acción.

Concédeme el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, la paciencia para aceptar las cosas que no puedo cambiar y la sabiduría para distinguir unas de otras.

Paul Wilson "el Gurú de la Calma"

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15 de agosto de 2009

C'est la vie...

HASTA SIEMPRE, DANI
(Por MARCA.COM)

Cuando todos los equipos preparan el inicio de la temporada, el mundo del fútbol ha sufrido el mayor golpe que puede ocurrir, la muerte de Daniel Jarque. Todas las rivalidades que puedan existir entre los clubes han pasado al último plano ante un hecho tan dramático como la desaparición del capitán del Espanyol.

Una vez más no había problemas físicos de por medio, nadie se imaginaba que pudiese ocurrir un hecho de estas características y se trataba de una persona joven, en plena forma y con toda una carrera por delante.

El Espanyol se había recuperado después de ver el descenso desde la barandilla estrenando un campo nuevo, formando una plantilla que volvía a ilusionar a la afición y dando los galones de la plantilla a Dani Jarque, uno de los emblemas del club durante las últimas temporadas.

El defensa de Sant Boi había conseguido lo que sueña cualquier niño perico, entrar en las categorías inferiores del Espanyol con 12 años, debutar con el primer equipo, lograr un título, jugar una final de competición europea y portar el brazalete con el mayor sentimiento del mundo.

Pero todo esto se lo arrebataron a Jarque de un plumazo el ocho de agosto de 2009, fecha en la que el 'Kaiser' espanyolista pasó a engordar la leyenda del conjunto blanquiazul.

Aunque sólo pudo disputar un partido en el nuevo estadio Cornellá - El Prat, seguro que Jarque presenciará muchos partidos desde el palco del cielo en la nueva casa blanquiazul, que quizá cambie de nombre en las próximas fechas.

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¿Por qué? ¿Por qué un simple parpadeo supone miles de muertes? ¿Por qué se van los que tienen una vida por delante, los que tienen metas, los que deben cuidar de los suyos...? No era su momento. ¿Por qué se van?

Nadie elige cuando debe morir. Nadie quiere hacerlo...es el instinto de supervivencia. La gente habla del destino, habla de una predeterminación de la vida de cada persona. Dicen que todo está escrito. Si por mí fuera elegiría el suicidio para demostrar lo contrario: que yo decido cuando vivo o muero. Siempre he dicho que odio creer en el destino, me priva de libertad, me la quita, y si es así, ¿para qué vivo? ¿Qué más da lo que yo decida si estoy destinado a otra cosa? El mayor poder del ser humano se perdería: el libre albedrío, la capacidad de poder elegir y decidir, de tomar decisiones. Es por eso que odio pensar que eso es así.

No obstante, noticias como la muerte de Daniel Jarque te hacen pensar... Muerte súbita... Un día estás riendo con la gente que quieres y el siguiente estás en una caja de madera a varios metros bajo tierra. ¿Por qué? Nadie lo sabe. C'est la vie...

Este es el motivo por el que te invito a ti que estás leyendo a dar un abrazo espontáneo a alguien a quien quieres sin miedo alguno, te invito a reír cuando menos te apetezca, a tomar decisiones que tomarías si hoy fuera el último día de tu vida, y a demostrarle a la gente que quieres eso mismo, ¡recuérdaselo! No tengas miedo o verguenza a pronunciar un sincero "te Quiero", porque la gente lo suele dar por hecho y lo "deja para mañana"... pero el mañana no existe. Sólo somos dueños de nuestro presente. Aprovechemos ESTE momento. Nadie quiere morir sin recordar cosas como éstas a las personas que quiere, pese a las menospreciables discusiones.

Porque nunca sabes cuando cerrarás los ojos para siempre, vive cada día como si fuera el último... o como dijo James Dean:

"Sueña como si fueras a vivir para siempre. Vive como si fueras a morir mañana".

2 de agosto de 2009

A veces parece que el destino no te deja elección...

Decía John Lennon, que la vida es lo que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes, y tenía razón.

Planeas tu matrimonio, la casa donde vivirás, el colegio donde irán tus hijos, planeas hasta el color que tendrás en el sofá...pero los planes son solo un dibujo en una servilleta de papel, y por mucho que te empeñes, tus planes le importan una mierda al resto del mundo.

Puedes ponerle cabeza, corazón, o un taco de servilletas emborronadas con sueños, que la vida tiene otros planes para ti.

- (Los Hombres de Paco)

29 de marzo de 2009

Así es la vida...

A veces nos disponemos a estrellarnos y no lo sabemos, ya sea casual o deliberadamente, no hay nada que podamos hacer al respecto.
Una chica en París se disponía a ir de compras pero se le olvidó el abrigo y volvió a por él. Cuando cogió el abrigo sonó el teléfono, así que se detuvo a cogerlo y habló un par de minutos. Mientras la chica estaba al teléfono, Daisy ensayaba para una actuación en la obra de París, y mientras ensayaba, la chica, una vez hubo colgado el teléfono, salió a coger un taxi. Un taxista se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café, y mientras tanto, Daisy seguía ensayando. Y el taxista que se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café, cogió a la chica que iba de compras y k había perdido el taxi anterior. El taxi tuvo que detenerse para no atropellar a un hombre que había salido hacia el trabajo cinco minutos más tarde por haber olvidado poner la alarma. Mientras ese hombre que llegaba tarde al trabajo cruzaba la calle, Daisy había terminado d ensayar y se daba una ducha. Y mientras Daisy se duchaba, el taxi esperaba fuera de la botica a que la chica cogiera un paquete que no le habían envuelto aún porque la dependienta que tenía que envolverlo había roto con su novio la noche anterior y se había olvidado. Una vez envuelto el paquete, la chica, ya en el taxi, vio como un camión de reparto se cruzaba en su camino. Mientras tanto Daisy se arreglaba. El camión se apartó y el taxi pudo avanzar. Mientras, Daisy, la última en vestirse, esperó a una de sus amigas a la que se le había roto un cordón. Mientras el taxi estaba parado esperando a que cambiase un semáforo, Daisy y su amiga salieron por la puerta de atrás del teatro, y si tan solo una cosa hubiera ocurrido de otra forma: si ese cordón no se hubiera roto o ese camión se hubiera apartado segundos antes o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado cinco minutos antes o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior, Daisy y su amiga habrían cruzado la calle y el taxi habría pasado d largo…
Pero siendo la vida como es: una serie de vidas cruzadas e incidentes que escapan a nuestro control, ese taxi no pasó de largo, y ese taxista se distrajo un segundo…y ese taxi atropelló a Daisy y le destrozó la pierna…
El Curioso Caso de Benjamin Button(2009)

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Y es entonces cuando te das cuenta de que sientes un vacío que no puedes llenar y triste, impotente, descubres que:

A veces ocurren cosas que escapan a nuestro control ...

15 de marzo de 2009

Son cosas de una fe ciega...

Ilusiones creadas, ilusiones rotas, ilusiones vanas.
Falsas, sin sentido, simples cebos usados por la esperanza que llena los corazones de los que no se dejan guiar por su mente.
Juegan con un tal vez que ciega las acciones del iluso que rebosa de pensamientos de futuro.
Estos pensamientos parecen tan cercanos y palpables que cuando llega el momento de vivirlos y no soñarlos, y no transcurren como imaginamos, toda nuestra estructura emocional se derrumba y aparece la desilusión que nos invita a volver a la realidad.
Entre lágrimas reflexionamos y deseamos regresar al pasado y cambiarlo todo, pero no es posible, y si lo fuera la vida perdería su aura de misterio y las decisiones y elecciones perderían su poder.
Así que nos decimos que no volveremos a caer en ese error. Pero es inevitable. Caemos, repetimos, estamos presos.
Como decían por ahí: llora hasta que alguien te haga sonreír, sonríe hasta que alguien te haga llorar.
No hay fin.

La gente dice: de ilusiones se vive!...
...pobres ilusos...
yo digo: de ilusiones se muere...

1 de marzo de 2009

Un segunDo ...

Un segundo para abrir los ojos.
Un segundo aprendiendo,
un segundo de risa,
un segundo de llanto,
un segundo ayudando,
un segundo recibiendo cariño,
un segundo de felicidad,
un segundo de tristeza.

Un segundo, una mirada furtiva,
un segundo siendo observado,
un segundo para apreciar lo bello.

Un segundo mirándote a los ojos,
un segundo para amarte,
un segundo a tu lado,
un segundo sintiéndote cerca,
un segundo tus labios en los mios,
un segundo de placer.
Un segundo para decir tu nombre,
un segundo esperándote,
un segundo sin ti.

Un segundo para recordar.
Un segundo para olvidar.
Un segundo..solo uno
para decir “te quiero”.

Un segundo desperdiciando lagrimas,
un segundo sumido en inútiles penas.
Un segundo sin precaución,
un segundo...
una vida...
un adiós.

Segundos de una vida
intensos, efímeros...
Disfruta de ellos,
aprovéchalos,
llénate de ellos
y no llores por su brevedad,
piensa que sin fugacidad
no habría intensidad.



7 de septiembre de 2008

La elección es tuya.

Despues de una conversación un poco profunda por msn se me ha ocurrido poner esta entrada en la que hablo sobre un tema que siempre me ha provocado quebraderos de cabeza: ¿puedo elegir mi destino?


La experiencia todavia no me ha dado la respuesta.

Segun la religión nosotros somos libres, podemos decidir que hacemos o que no hacems con nuestras vidas. Tenemos lo que se dice "libre albedrio", creo. Pero entonces si somos libres quiere decir que yo puedo hacer lo que yo quiera, pero esto significaria que no existen limites para la mente humana: si yo quiero hacerme rico puedo hacerlo, y eso no es asi.

Por lo tanto, hay unos limites entre los que podemos elegir. Si tenemos en cuenta esto, no somos del todo libres. Tenemos posibilidad de elección entre algunas variables o respuestas pero no podemos acceder a todas. Yo puedo elegir si hacer lo correcto o lo incorrecto, puedo elegir si salgo por la puerta de la izquierda o si salgo por la de la derecha, puedo elegir si la escojo a ella o a mi...

Nadie me puede decir que pasara despues. Nadie sabe que pasara si paso por la puerta de la izquierda, nadie sabe que hay detras. Evidentemente elija lo k elija el futuro va a ser totalmente distinto. Es un camino que no existe si no que se va haciendo a medida que lo andas, como bien decia Antonio Machado. Tu eliges tu camino dentro del limite de que hay dos puertas. Tu no puedes atravesar la pared. Tienes que ir por una de esas dos puertas.

De ahi viene el misterio de la vida, el efecto sorpresa, el que pasara en el futuro. La vida que tenemos la elegimos nosotros. Sin ese misterio, sin esa neblina que no te deja ver mas alla no tendria sentido vivir la vida.

Tambien conviene hablar de lo que pasara despues. Si no te gusta no puedes rectificar, lo que hiciste hecho esta y no vale volver atras con la famosa maquina del tiempo que todo el mundo ha querido usar alguna vez. Por eso la elección es un problema.

El miedo puede provocar que tu elijas una u otra elección: el miedo a que pasara, el miedo a que diran, el miedo a si hare el ridiculo, el miedo a si me dolera...

La esperanza tambien puede distorsionar nuestra decisión y aqui viene el dilema que existe entre si hacer caso a lo que dice el corazón o lo que dice la mente.

Lo que esta claro es que todas estas variables, respuestas, caminos, etc., las eliges tu. La elección es tuya.
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