18 de mayo de 2014

Extático.

Mis manos se han echado a la mar de tu piel dorada
hasta en tu tupida melena avellana encallar.

Como Ulises de regreso
entre tus largas piernas de sirena
permanecí  varios años voluntariamente preso
¡y cometí cuatrocientos mil excesos!
hasta de pronto recordar:
llegar otra vez a casa debo.

Izé las velas a la altura de tus turgentes senos
y me sumergí rendido en tu cálido ronroneo.



No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails