A veces me pregunto
qué es esta sensación.
¿Es tristeza?, ¿es asco?, ¿miedo?
¿Para este leve decaimiento existe alguna
razón?
Como con el amor
en el estómago padezco una ligera
opresión
De nuevo la mano invisible
estrujando entre sus dedos el alma
Tal vez es ella, que me habla:
“¡Atención,
atención!
¡Capitán,
se acerca un ciclón!
Y
hace tiempo que no agarra el timón”
Semidesnudo en la popa
despierto anonadado con las primeras
gotas
¡Otra vez me quedé mirando a las
gaviotas!
Estoy raro y es tarde
A menudo encuentro una escapatoria,
pero hoy me temo
que me hundo profundo en su boca
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