Y me decías egoísta. Que sólo buscaba en mí. Que nunca me preocupaba por ti y tus sentimientos. ¿Pero cómo no iba a hacerlo si cada vez que te miraba a los ojos, tus gafas de sol me devolvían la mirada? Pero no la tuya, la mía... Y ahí me vi, como en un espejo, el alma. Y el espejo no me decía "eres feliz", me gritaba desde dentro que no había futuro, que mis deseos no eran para ti.
"Hasta siempre".
Fotografía extraída de http://www.flickr.com/photos/p_player
Gracias, Pizarro.
1 comentario:
Esa fotografía es muy original, me ha encantado.
¡Un beso enorme!
pd: Dice Max que gracias por la galleta, ¿no hay más? Jajaja.
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