Ayer las 18:18. Hoy las 17:17.
A lo mejor el siguiente par de números iguales es un dieciséis. Y cuando llegue a marcar 00:00, ¿qué ocurrirá? Algo bueno o quizás algo malo. Los ceros nunca fueron buenos. Son la ausencia de algo. Son nada. Tal vez no ocurra eso, nada. Pero por otro lado, la ausencia de algo malo es bueno. ¿Podré aguantar esta incertidumbre?
Es como esa peli que vi una vez y me dejó algo pensativo. El número 23. Lo sé. Como el protagonista, me estoy volviendo un paranoico.
10 de enero de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario